En el corazón de los fértiles valles de Hilo Negro, donde la naturaleza baila al ritmo de las estaciones, se despliega el arte milenario de la vinificación. Aquí, cada etapa es crucial, pero hay una menos conocida, aunque vital: la dormancia. Es este periodo de reposo invernal el que prepara a las viñas para dar lo mejor de sí, un ciclo que en Hilo Negro se vive y se celebra con una reverencia especial.
La dormancia, a menudo pasada por alto, es el sueño invernal de las viñas. Durante estos meses más fríos, las vides cesan su crecimiento, conservando energía para la próxima temporada. Es una pausa necesaria, un respiro que equilibra el ciclo de vida de la planta y asegura su salud y vitalidad para producir uvas de la más alta calidad.
En Hilo Negro, consideramos esta fase como una oportunidad para conectarnos con la tierra. Es un momento de reflexión y planificación, donde el cuidado y la preparación del suelo se llevan a cabo con meticulosidad. La poda, realizada con precisión, no solo modela la viña para la próxima temporada de crecimiento sino que también es un acto de comunicación íntima con la planta.
Con la llegada de la primavera, la dormancia da paso a la brotación. Este despertar es un espectáculo de renovación y esperanza. En Hilo Negro, cada brote que emerge es un testimonio de la sabiduría de la naturaleza y de nuestro trabajo en armonía con ella. Aquí, la vinificación no es solo un proceso; es un diálogo constante con el entorno.
Desde el cuidado paciente durante la dormancia hasta la cosecha jubilosa, cada paso en Hilo Negro es una pincelada en el lienzo del vino. La calidad y el carácter de nuestros vinos reflejan el respeto y la paciencia que dedicamos a cada etapa.
Al disfrutar de una copa de vino Hilo Negro, estás saboreando más que un vino; estás experimentando una historia de amor y respeto por la tierra, una narrativa que comienza en el tranquilo sueño invernal de las viñas. Te invitamos a ser parte de esta historia, a sentir el pulso de la vida que palpita en cada botella.
En Hilo Negro, cada temporada es un capítulo de una historia continua, una historia tejida con pasión y dedicación. A medida que las viñas despiertan de su dormancia, nos preparamos para otro año de crear vinos que no solo deleitan el paladar sino que también cuentan la historia de un lugar, de su gente, y de su conexión inquebrantable con la naturaleza.